HACHIKO, un símbolo de lealtad



Sé que en este blog hablo de noticias sobre MMA, pero después de ver la película de 'Siempre a tu lado' protagonizada por Richard Gere (basada en la historia de este perro), he considerado oportuno dedicarle una entrada en mi blog.



Foto de la película 'Siempre a tu lado' basada en la historia de Hachiko


La historia de Hachiko es realmente conmovedora, no te la puedes perder... Hachiko (lo puedes ver en la foto superior) nació en Noviembre de 1923 en la provincia de Akita, al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco, conocido en japonés como 忠犬ハチ公 (Hachikō, el perro fiel).

La suerte iluminó a Hachiko cuando a los 2 meses de edad fue enviado a la casa del profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar, cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba.

Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas con el profesor y caminaba junto a él hasta la estación Shibuya.

Foto del verdadero Hachiko

El perro observaba como su dueño compraba el billete y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.

Esto sucedía todos los días. Así es como la imagen del profesor con su perro se volvió familiar en la estación Shibuya, y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho.

Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, Hachiko esperaba enfrente de la estación.

Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.

A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, esperaba el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a áquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.

La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.


En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. La estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.
















Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón. Hachiko acudio todos los dias, durante los diez años que sobrevivio a su dueño, a buscarlo entre la multitud en la estacion...

Hachiko esperando en la estación en el 1932

Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor. La nueva escultura se inauguro en 1947.

Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. Podemos encontrar alrededor de ella fuentes, puestos de diarios y revistas y personas sonrientes contándoles la historia de Hachiko a los pequeño o los no tanto.

El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.

Los restos de Chuken Hachiko (en japonés el leal perro Hachiko) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno, en una esquina de la sepultura de su dueño, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio.

La estatua de Hachiko siempre nos acompañará.

6 comentarios:

Hola Aarón,

La verdad es que es la primera vez que me has hecho llorar con una entrada tuya en el blog... y más que nada es por el hecho de recordar la película cuando la vi en su momento, no hace muchos meses, pero la verdad es que me conmocionó mucho, pues estaba basada en un hecho real, Hachiko, un perro que esperó a su amo 10 años, los 10 años de vida que le quedaban... Siempre a su lado... No le abandonó nunca, no se fue con nadie más, siempre estuvo esperándolo... con la esperanza de que volviera, como bien dices, aunque lloviera, nevara, se encontrara mal...
Esto es una fidelidad que no tengo palabras de describir, te muestra que a veces hay hecho que te hacen pensar y ver la cosas de otra manera.
La mayoría de la gente piensa que los animales no tienen sentimientos, y yo creo que son la mayoría de los humanos los que carecen de ellos...
Un ejemplo lo podemos encontrar en cuando a un marido se le muere la esposa... Hay algunos que no tardan ni 3 meses en tener otra "sustuta"... o viceversa. Y así en todos los aspectos.
Qué lección de fidelidad dio Hachiko al resto de la humanidad... Digno de hacerle un monumento... quizás habría que haber un monumento de Hachiko en cada pueblo del mundo, para recordar que hay seres que no abandonan nunca a los que quieren...
Des de luego que esta entrada ha sido muy especial, de vez en cuando, y ya sé que entre tanto combate (ya sabes que yo también soy de combates y demás) tenemos que darnos un respiro y deleitarnos de las cosas verdaderamente importantes de la vida... en este caso la FIDELIDAD en estado puro de un perro hacia su amo.
Si no te importa, copia el enlace de tu entrada a mi blog, para que los que visiten mi blog puedan ver esta entrada que has creado.
Sencillamente entrañable Hachiko...

Un beso a todos los perros del mundo y su fidelidad,

Nelly

 

Gracias por el comentario sister!!
Ojalá hubiera más Hachiko's en el mundo!! :)
Besos
AARON

 

Gratitude is the sign of noble souls.

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You're right mate!!! Thanks for your comment Luhorhea!! Greetings!!
AARON

 

Thanks for your support Vimaworm!! Greetings!!

 

Lejos la mejor pelicula del mundo! adoro a los perros, al momento de ver esta pelicula me di cuenta que los amo aun mas! son los animales mas inteligentes, la fidelidad de ellos es incomparable, deseo mucho tener un perro en honor a hachi tendre el mismo perro con el mismo nombre, para siempre recordarlo ya que a mi me marco mucho está historia, me parece muy bien que haya una estatua de él, lo minimo es recordarlo como se lo merece, y mucho más. no dejo de ver la pelicula me tiene mal n.n! te adoro perrito donde quiera que estés(L) Q.E.D!

 

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